Junto a la Historia del arte, la arquitectura va a marcar parte de la evolución de nosotros como sociedad, cambiando con nosotros en nuestro propio entorno con nuestras propias manos.
La arquitectura ha estado presente desde el principio de los tiempos cuando la naturaleza y el hombre eran uno mismo. Los cambios climáticos así como diferentes fenómenos naturales arrojaron al hombre la necesidad de un sustento, un refugio, un espacio en el que no sólo lo confortaría ante el frío, el sol, la noche o los depredadores, sino también se convertiría en su espacio de descanso donde este también sería capaz de almacenar su comida.
Se entiende que la arquitectura debe responder a tres principios: Venustas, firmitas, utilitas, lo cual se puede traducir como el equilibrio entre la belleza, la función y "la firmeza", que si se ausentara cualquiera de estos elementos ya no sería arquitectura; esta teoría fue planteada por el arquitecto Marco Vitruvio en el siglo 1 a.C.
Cuando se empezó a tener en cuenta la relación de la construcción de espacios en conjunto con las artes plásticas o estética fue cuando pudo empezar a materializarse la arquitectura como tal.
A partir de este punto la arquitectura va a servir como un indicador de época que se expresará dependiendo el momento político o idiosincrasia de la sociedad, pero esto se romperá a la caída de la primera guerra mundial y la aparición del modernismo tras la revolución industrial, donde la arquitectura empezará a expresar la belleza y las emociones en cada proyecto, donde ya no va a tener tanto peso la fe y el régimen, al contrario se expresará en varias tendencias diferentes que mostrarán la belleza de los materiales en conjunto de la funcionalidad del espacio que serán vistos desde la perspectiva del arte.
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