sábado, 13 de febrero de 2016

Arquitecto y sociedad.

El arquitecto es un profesional que no solo trabaja por lucro o presta un servicio para su cliente, sino para la sociedad. El proyecto del arquitecto, a diferencia de otras profesiones, es el que más cambio puede producir en la sociedad o en una comunidad determinada.
Los proyectos de arquitectura a menudo están relacionados con el progreso, la cultura, la evolución y el paso del tiempo. Un edificio de viviendas, un edificio de oficinas, un estacionamiento, un puente, una represa hidroeléctrica siempre impactan de diversas maneras en su entorno.
El primer impacto es es visual, que puede ser positivo o negativo, de cualquier forma generará preguntas, cuestionamientos, discusiones en el entorno local. El entorno es testigo de la construcción de un espacio y a menudo se siente dueño o propietario ya que afecta su cotidianeidad de manera sobresaliente.
El entorno de la construcción debe ser un aspecto importante a tener en cuenta para el arquitecto, ya que este no solo diseña un bien tangible de uso privado sino un proyecto completo de impacto social que implica aspectos positivos, negativos de amplio alcance.
Los arquitectos deben trazar el mapa físico donde la sociedad desarrolle su actividad
Los arquitectos deben ser capaces de trazar el mapa físico donde la sociedad consiga desarrollar su actividad social. Para ello tienen que estar atentos a las realidades que presenta el nuevo entorno urbano, como la continua transformación de las estructuras familiares, sus nuevas configuraciones y la reducción sistemática del número de sus miembros, el incremento de la población de edad avanzada o la conciencia de respeto y cuidado del medio ambiente.
Deben volver visibles los diferentes aspectos de las ciudades: valores, cultura y patrimonio, habitabilidad y calidad, utilidad y excelencia, tecnología y humanidad esto es, trabajar con los menos privilegiados y sin hogar los recursos para conseguir un medio ambiente sostenible.


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